Los
mermados
Caminan siempre con la mirada al hombro
y tienen tatuado en el estómago un miserable recuerdo de mujer
por eso
cuando toman después por el cuello a una paloma
sufren un poco
la insultan por las noches con la boca sonriente
mezclando
desencuentros maternos con el aceite de su primera prostituta
de manera que la paloma le resulta víctima propicia
barro entregado y confesado de pechos incitantes
paloma acostumbrada a obedecer
mojada por el terror de los sueños que reptan debajo de la cama
paloma sujetándose el cuello quebrado en dos por la denuncia
por la bala que le arrancó hacia el aire
las delicadas plumas que llevaba en la mano
están
están algo sombríos
e inexorablemente les duele debajo de los brazos
por eso
van apoyándolos para disimular y alternativamente
sobre la espalda de un amigo.
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