lunes, 17 de agosto de 2015

Abeledo, Anahí

(Buenos Aires 27/7/1958)

METAMORFOSIS

Diluir miembros.
Amorfarme.
Formarme sólo lengua.
Bienformarme lenguada.
Ascender cada centímetro de su altísimo.
Resbalarlo hacia arriba.

Descender
plegada de contrario.
Desplegada.
Bienplegada a mi centro vuelvo vértice.
Crecientes labios vaginales
mareas
de flujos y reflujos.
Resbalarlo hacia abajo.
Envolver
ladear
cada milímetro de su altísimo tronco deleitado.

Laxas las piernas
pubianamente sometidas
trecientos sesenta grados horizontales atrás.
Un nudo marinero a la espalda, los pies.

Yo.
Toda:
Leviatada.
Telarañas cosidas a mis poros
desafían la ley de gravedad.

De Las A* (punto) Prieto (pag. 10)
Revista anacrónica por mujeres poetas argentinas, 1998.

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DESHIELO
I
Erguida iré.
La piedra espera el blanco de mi cuello
le prometí
mi sangre en un riego despacio
horadarla en surcos infinitos
calentarle el centro en el derrame.

El hacha salivea
entre filos de acero y obsidiana.
Elijo aún
mi túnica senegalesa para ir a su encuentro
candenciándome en sedas el andar.

Conjuraré un retorno de cuchillos
a desafiar la tmba de una vez
no más ni menos que una lápida austera
dos breves fechas con su nombre grabado.

II
Aullaste, corazón.
Hubo esa noche
que loca retorcí barrotes de mi cama
arranqué bronce a puro dentellazo
sólo por no clavarme pedernal
...................................y morirte.

Después sin mí te abandoné al invierno.

III
Óxidos de tus goznes chirriaron
o yo me desboqué
poseída de lluvia una mañana.

¿Temblaste, corazón?
¿Hay frío?
Tranquila iré.
Haré fuego del mármol que te usurpa
descalzaré en las brasas
me ofrendaré al altar de la caricia
para que tibio sangres.

Te desangres.

De Las A* (punto) Prieto (pag. 10)
Revista anacrónica por mujeres poetas argentinas, 1998.

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FLASCHES DE IGUAZÚ

Torcer la ley.
Arrancarle un oráculo a los astros.
Implorar
una señal de pájaros al cielo.

Este cuerpo engrisado
puede
darse a luz en la jungla
prófugo andarle al desamor
pincel que cruza un arco iris
sobre el salto estupendo de las aguas
custodiar la caída
detrás de su cortina aluvional.
Torcer la ley
apenas seis horas de imprevisto verano
la leyenda presente pulsa claves en Mi.

Regresar
princesa india de esa raza otra vez
guerrera que me legó su nombre
¿si también su misión?

Ser
memoria atávica
en cada nervadura de la roca,
un implacable límite al Vacío
por si le apeteciera devorar la belleza.

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CELOS DE LUNA NUEVA

Redondel invisible
zambullo al centro de tu círculo negro
buceo en cada cráter
no preguntes qué busco
(es todo mi secreto con la noche)

pero te envidio ese crecer de a gajos
la plenitud del oro blanco
el deslumbrar oro rojizo,
giras sobre tu centro, recorres tus elIpsis
casi como si no te involucraras
-cierto aire de diva del cincuenta-
algo helada y distante
desaparecerás por siete días
"la señora no los puede atender,
tiene jaqueca", les dirá el mayordomo
aunque tu séquito
no cederá el umbral
el hambre cobrará cada presa endiablada y en celo
que te suplique aullando.

Yo te codicio
tanta legión alzada y de rodillas.

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Poeta y periodista.

1984 - Fue destacada su labor en la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas. Investigó lo sucedido en los centros clandestinos de detención, y co-redactó el capítulo correspondiente en el libro "Nunca Más"

Libro publicado

1996 - Oscuras confesiones para el fin de milenio – Tierra Firme

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