(Buenos
Aires 18/10/1943)
Por
los siglos de los siglos
al poeta
Acaso el más allá
no sea la nada:
el Todo, generoso, nos absorba.
En otra vida,
bajo una nueva forma
nos buscaremos.
Entonces,
prometo mi eternidad.
al poeta
Acaso el más allá
no sea la nada:
el Todo, generoso, nos absorba.
En otra vida,
bajo una nueva forma
nos buscaremos.
Entonces,
prometo mi eternidad.
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Disquisiciones
ante una instalación
en
Centro Cultural Recoleta
de hilos invisibles cuelga
sumergida en agua
una larga camisola
Caricias líquidas pliegan
el vaporoso lienzo
Candorosa
asoma la puntilla
sobre la abertura del pecho
donde sensuales
se aparean
botones y ojalillos
Tenue
gira la vestidura acampanada
se curva
se comba
se alabea
cimbreante
laxa relajada
la tela con caída
ondulante ondea
Flota el albor Anuncia
la incorpórea presencia
de ausente aparecida
el no ser
anima la seda
Bajo campana de vidrio
burbujas -agua y aire-,
sola la camisola
danza una danza
imponderable
Es tiempo de partir
Raptada por la imagen abandono la sala.
Ella la desaparecida
echada de bruces en errante tumba
por detrás del fuego del ciclón del relámpago
de la catástrofe
con ojos de azufre encendido
y lámparas perpetuas alumbra
gotas de hiel
lágrimas de cristal líquido
espuma de sangre con que perfora
los temibles tentáculos de la noche del olvido.
Hojas de nogal y menta poleo
ahuyentan pulgas.
La rama del cinamomo
persuade a la polilla a eludir
tibiezas del paño.
Una medida de polvo tártaro
desleído en agua oxigenada
palidece la herrumbre.
¿Dónde el astro que devuelva el resplandor
a esa mirada que se niega
el mirarme?
De ¡Oh, la Omega!
se curva
se comba
se alabea
cimbreante
laxa relajada
la tela con caída
ondulante ondea
Flota el albor Anuncia
la incorpórea presencia
de ausente aparecida
el no ser
anima la seda
Bajo campana de vidrio
burbujas -agua y aire-,
sola la camisola
danza una danza
imponderable
Es tiempo de partir
Raptada por la imagen abandono la sala.
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echada de bruces en errante tumba
por detrás del fuego del ciclón del relámpago
de la catástrofe
con ojos de azufre encendido
y lámparas perpetuas alumbra
gotas de hiel
lágrimas de cristal líquido
espuma de sangre con que perfora
los temibles tentáculos de la noche del olvido.
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Sin
fórmula
ahuyentan pulgas.
La rama del cinamomo
persuade a la polilla a eludir
tibiezas del paño.
Una medida de polvo tártaro
desleído en agua oxigenada
palidece la herrumbre.
¿Dónde el astro que devuelva el resplandor
a esa mirada que se niega
el mirarme?
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Seudónimo:
Cristina Berbari
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2000-2008 Directora de la revista Fijando Vértigos
Libros
publicados
1983
Penúltimo Portal – Ediciones Carrá
1999
Los lagos y la tortura – cuadernos de poesía – Generación 2000
2001
Incandescencia – tríptico – Gente de arte
2004
¡Oh, la Omega! – Fijando vértigos
2005
Doloras de la piedra negra y voces invitadas a perseguir nubes –
Generación 2000
2005
la señora Bovary a dos voces – Generación 2000
2007
Rosas en vuelo – bilingüe al catalán (Pere Bessó) – Generación
2000
2007
Salmodias del no- Generación 2000
2007
Una extraña necesidad de canto –Generación 2000
2008
Sudario profano - bilingüe al catalán (Pere Bessó)
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